En 2015 decidí darle un giro a mi vida. Había conocido el éxito profesional tras titularme en Secretariado Internacional de Alta Dirección y trabajar en importantes compañías multinacionales. Pero llegaba el momento de buscar experiencias nuevas, de ser fiel a la inquietud viajera que siempre ha habitado lo más profundo de mi ser. Y me fui de viaje.
Conocí India, Indonesia, Bali, Sri Lanka, Nueva Zelanda, Australia y otros muchos lugares. No era mi primer gran viaje, ya que años atrás me enrolé en la tripulación de un crucero de lujo que me permitió dar la vuelta al mundo, y siempre había aprovechado mis periodos vacacionales para visitar otros lugares.
Pero esta vez era diferente: no quería ser una simple turista, sino mezclarme con la tierra y sus gentes, empaparme de su energía. Habitar el mundo. Porque cada viaje que emprendes es un viaje hacia uno mismo.